24/06/2019

Grunhaut: la vocación empresarial, de padres a hijos



En el mes del padre, desde la Cámara de Comercio de Córdoba decidimos continuar con nuestro Ciclo de Entrevistas con una nota a la familia Grunhaut, emblema del comercio cordobés, y ejemplo de que es posible combinar trabajo, pasión y familia.

Grunhaut es una empresa homónima fundada en 1956, con más de 60 años de vigencia en el mercado cordobés, dedicada al interiorismo residencial e institucional, con productos como cortinas, alfombras, muebles, empapelado, telas,  césped, pisos flotantes, vinilicos, porcelanatos , entre otros.

Luis Grunhaut cuenta con una vasta trayectoria en el sector comercial, aunque ya un poco alejado de los principales cargos ejecutivos nos cuenta:

“Mis abuelos paternos empezaron a fabricar alfombras hechas a mano y no me olvido aún de las mujeres trabajando en los telares, hasta que mi papá tomó la decisión de empezar a comercializar alfombras a máquina”, recuerda Luis, quien hoy se ha convertido en el medio de consulta permanente para los más contemporáneos.

 

Con el paso de los años, comenzaron a expandirse hasta llegar a tener cinco sucursales. “En un momento, estuve junto a mis tres hermanos en la empresa, y poco a poco nuestros hijos se fueron integrando”. Así, su actual presidente Diego, comenzó a trabajar a los 17 años; y luego siguió Tomás, quien posteriormente inició el camino de la política (se desempeña como Subsecretario Pyme en el Gobierno de Córdoba).

Diego Grunhaut está a cargo de la empresa y se dedica principalmente a la construcción.

“Compartir con mi padre el trabajo es un orgullo por su trayectoria y su  visión del mundo empresarial. Eso siempre fue un empuje para mí, además de un ejemplo a seguir. Mi crecimiento se lo debo a él, a toda la enseñanza que me ha dado”, afirma.

 

Luis destaca la importancia de “estar en familia”, al punto que su hija Constanza, arquitecta, volvió a trabajar en la empresa  luego de formar una vida en Alemania.

Está convencido de que la mirada de la juventud complementa la experiencia: “Dejo que mis hijos avancen aunque a mí me parezca que el camino es otro, porque a este lo construyen los jóvenes. La responsabilidad y el compromiso para con los proveedores y clientes no cambia, ese es un valor importante que he intentado inculcar”.

De todas maneras, admite que no es fácil separar lo empresarial de lo familiar, porque “se necesita preparación y la cabeza fría; es algo que fuimos puliendo y nos llevó a definir códigos tanto para las reuniones familiares como para las de la empresa”.

Luis Grunhaut fue también presidente de la Cámara de Comercio de Córdoba, el Banco de Córdoba y la Corporación Inmobiliaria.

“Yo entré a la Cámara alrededor del año ‘80, en un contexto de proceso militar. En esa institución entendí cómo funcionaba la democracia. La Cámara me formó en la relación y me ayudó a entender a la gente. También me dejó muchas amistades, y creo que hoy en día contamos con un gran grupo de empresarios conscientes y comprometidos con la realidad mercantil”.

 

Fotos: InfoNegocios.