Como es de público conocimiento, el pasado 18 de mayo el COE anunció el regreso a fase 3 del aislamiento social obligatorio debido al aumento de casos de Covid19 en Córdoba Capital. Sin embargo, la implementación de esta nueva etapa dejó a libre interpretación diferentes situaciones y, a merced de las voluntades individuales, el acceso a los locales. Dicho escenario generó un gran malestar en el sector, desatando diferentes reacciones y acciones en los diferentes puntos de la ciudad.
Desde la Cámara de Comercio de Córdoba, en todo este tiempo, no solo hemos acompañado las decisiones del Gobierno Provincial y Municipal en pos de priorizar la salud de todos los cordobeses, sino que hemos presentado diferentes alternativas tendientes a la reactivación de la economía, a la reapertura de las empresas comerciales y al mantenimiento de las numerosas fuentes de trabajo y empleo, anteponiendo siempre la cuestión sanitaria y pregonando el respeto a la cuarentena. No obstante, consideramos que la marcha atrás dispuesta esta semana, ha perjudicado sobremanera a los comerciantes, quienes han invertido dinero que no tenían en la puesta en marcha de sus negocios, ilusionados de poder volver a empezar.
Fue por ello, que la Cámara gestionó esta semana diferentes reuniones en representación del sector y para la Red de Comerciantes Unidos con diferentes autoridades competentes, entre ellas, el secretario de comercio, Juan Pablo Inglese y el intendente, Martin Llaryora; comprometida con la defensa de los intereses sectoriales.
Muestra de ello son todas las gestiones que la entidad viene realizando en los 3 niveles de Estado, y las solicitudes de medidas urgentes para la reapertura progresiva de la actividad tales como créditos para el pago de salarios (otorgado por el gobierno nacional), créditos para el pago de alquileres (se obtuvo a nivel provincial con una tasa del 24% con 6 meses de gracia y devolución en 12 cuotas), exención de la tasa de industria y comercio mientras que dure la cuarentena, suspensión del impuesto al IIBB (aprobado), reapertura de galerías comerciales, prórroga del pago de la energía eléctrica (se confirmó el pago de los meses de abril- mayo- junio en 30 cuotas a partir de octubre) y la reconsideración de beneficios para las diferentes categorías de clientes; compensación de cheques. Asimismo, solicitó refuerzo de la seguridad en el área central, intensificación de limpieza y mantenimiento en la zona, integrar un comité interdisciplinario para analizar los protocolos a seguir una vez flexibilizada la cuarentena, formar parte de una mesa de trabajo para que la implementación del proyecto de peatonalización de la calle 27 de abril y alrededores no tenga un impacto negativo en el sector. Estas, entre tantas otras decenas de medidas sugeridas.
Ahora bien, continuamos siendo respetuosos de las advertencias en materia de salud, y entendemos que los escenarios cambien día a día, pero el sector llegó a su punto límite y, es por ello, que abogamos por la tan deseada flexibilización y la reapertura urgente de la actividad con los protocolos correspondientes. Consideramos que una extensión de la cuarentena en las condiciones actuales no sería conveniente ni superable bajo ningún punto de vista.
Es hora de que las autoridades y expertos comiencen a focalizar sus recomendaciones en cómo evitar los posibles contagios con las diferentes actividades productivas funcionando, dando pasos firmes sin marchas atrás que generen peores resultados y comprendiendo que un día más de negocios cerrados es una devastación de la economía en potencia.