02/03/2020

Tiemblen Paredes, una manera diferente de llegar a tu corazón



Pasó el Día de los Enamorados, o San Valentín, festividad que se vive con mucha alegría en Argentina y otros países del mundo. Y desde la Cámara de Comercio de Córdoba, decidimos continuar en nuestro Ciclo de Entrevistas con una nota dedicada a Tiemblen Paredes, la tienda donde el amor se hace lugar todos los meses del año.

Ella nació en Cruz del Eje, él en San Juan, pero María Alicia y Jorge comenzaron a escribir su historia en Buenos Aires. Ambos tenían trabajo, ella en un colegio, como maestra jardinera, y él en una librería, como vendedor. Pero no eran los únicos empleos: un local llamado Pósters del Tiempo recibió a María y en poco tiempo la eligió como su encargada.

Tras su salida del jardín y motivados por la cercanía de sus afectos, decidieron regresar a Córdoba. La idea de emprender un negocio propio se agigantó, impulsada por su experiencia y las permanentes ganas de crecer.

Alguien recuerda que en esos días, María Alicia bajó las escaleras de su casa mientras sonaba una canción de Kenny Rogers, y con la emoción de saber que estaba a punto de lograr lo que soñó, dijo: “Vamos a hacer temblar las paredes de Córdoba”.

Fue así que el 21 de septiembre de 1980, en el nacimiento de la primavera, floreció Tiemblen Paredes en una de las zonas céntricas más transitadas de la época: la Galería Planeta. Pósters, tarjetas de salutación y regalos para fechas especiales fueron sus productos destacados, únicos en el rubro.

“Nosotros vendemos regalos que llegan al corazón, regalos de amor. No hay nada mejor que ver la sonrisa de los niños que vienen o las personas que buscan algo para compartir. Solamente las personas que te quieren vienen a buscarte un regalo acá”, dice María del Rosario (Marita), hija de los fundadores y quien hoy está a cargo del negocio.

Cuando Marita tenía apenas 14 años, María Alicia y Jorge decidieron tomar sus propios caminos, lo que significó un difícil momento en lo familiar.

“Ella decidió seguir con el negocio, era nuestro sustento. Empecé a venir todos los sábados para que mi mamá descanse. A veces uno madura de golpe. Tomaba el bondi, venía y le daba un respiro porque durante la semana trabajaba muchísimo”, recuerda, en el preciso instante que una niña ingresa al local en búsqueda de un regalo especial para su novio.

A mediados de la década del ‘80, cuando se construyó la zona comercial complementando las salas de cine, decidieron trasladarse a la Galería Rex, lugar en el que permanecen desde entonces. Comenzaron a incorporar productos con éxito de momento, como las fotos en papel de bandas musicales y artistas importantes. Jorge se alejó de las decisiones pero continuó apoyando desde lo emocional, con una gran alegría de ver el crecimiento del emprendimiento, en el que también comenzaba a involucrarse su hijo Juan José.

“A fines de los noventa, cuando se implementaron las restricciones a importaciones, se perdió todo lo que es pósters y fotomurales. Así que comenzamos a cambiar y hoy los peluches son los protagonistas. Nos conocieron mucho por las tarjetas de salutación, e incluso hay personas que aún vienen buscando pósters”, afirma Marita, quien también agradece el acompañamiento de su madrina Liliana, y recuerda que nada hubiera sido posible sin su apoyo incondicional desde el primer día.

La crisis de 2001 golpeó a todos los argentinos y esta no fue una excepción. Tiemblen Paredes se vio obligado a reducirse en espacio, pero además las dificultades por conseguir mercadería aumentaban diariamente. “Le propuse a mi mamá viajar a Buenos Aires a comprar. Fue un mundo nuevo, porque traíamos, vendíamos y volvíamos a buscar. Fue como volver a nacer”, reconoce Marita.

Ella junto su hermano Juanjo, quien ya había finalizado el secundario, comenzaron a buscar un trabajo. El dinero no les alcanzaba para imprimir el currículum, pero allí estaban, en una entrevista que podía darles la posibilidad de vender perfumes en la calle. Fue en ese lugar, en ese momento, que la entrevistadora les dijo: “¿Qué hacen acá ustedes dos?”

“Nos lo preguntamos y nos dimos cuenta que el camino no era ese. Entonces surgió la posibilidad de reflotar Tiemblen Paredes y que crezca sustancialmente al nivel de poder estar bien. En el 2005, comencé a trabajar en relación de dependencia. Es difícil ser emprendedor, independiente, pero enriquece mucho”, afirma.

Cuatro años después, llegó el ofrecimiento por parte de la empresa para que María del Rosario trabaje más horas. La primera persona a la que llamó fue su hermano. Él le dijo que acepte, porque podía hacerse cargo del negocio.

“Él tiene el espíritu emprendedor de lo aguerrido, lo arriesgado. Juanjo hizo crecer exponencialmente a Tiemblen Paredes. Fue creciendo él también al mismo tiempo, como  las vinculaciones, las redes de contactos, eso le hizo súper bien al negocio”, lo halaga.

Eso lo llevó a ser reconocido con la Primera Mención de la categoría “Joven Comerciante” en los Premios al Comercio 2015, otorgados por el Ministerio de Industria, Comercio y Minería, la Secretaria de Comercio, la CCC y la FEDECOM.

En el año 2018, Tiemblen Paredes fue distinguido en la categoría “Comercio con Trayectoria” de los mencionados premios, a través de la Primera Mención.

La vida familiar cambia permanentemente. Hace casi dos años, Juan José fue papá y junto a su mujer Carla y su hija Monserrat viven en Santiago del Estero. “Mi hermano decidió irse a vivir allí y mi desvinculación de la empresa se dio en el mismo momento, las cosas se alinearon, todo pasa por algo. Ahora intento darle mi impronta”, dice Marita.

Así lo hizo para el Día de los Enamorados, una fecha muy importante en el rubro. Una vidriera con un gran corazón, globos, letras y toda la variedad de peluches. ¿Cuál fue el secreto? “El amor y el buen gusto”. Osos con lentejuelas, metalizados, diez variedades de regalos, tazas con caramelos y golosinas, todo preparados por ellos mismos con el objetivo de brindar el mejor precio.

Como un plus, le dan la posibilidad al cliente de reservar el producto para ganar tranquilidad y congelar el precio. Ante la consulta de su visión futura, Marita imagina que “el 2020 va a ser un año para permanecer y crecer a nivel organizacional”. Pero hay algo más especial…

El 21 de septiembre, Tiemblen Paredes cumplirá 40 años regalando amor.